Cuando la noche cubre mi rosotro y lo único que tengo en mente es mi dama, despierto, y me doy cuenta que solo es un sueño. Que tengo que volver a asesinar para contemplar su rostro nuevamente, porque ella es la Diosa de los Desventurados. Musa de la Luna, otorgame un suspiro de tus labios sagrados y unamonos solo por una noche, juro que mi sangre te saciara, porque no soy común.
Bebe de mi y viviras por siempre, este es nuestro pacto, sello de nuestras almas que aun Belzebu envidiara, pues ni con todo su odio podra separar, y asi, viviremos todas nuestras vidas juntos, desde hoy en adelante hasta que el tiempo muera...